La noche fue muy agitada, mucho ruido, mucho movimiento.
Las sirenas interpretaban su sinfonía, los vehículos hacían los coros, y un
público plácidamente dormido, envolvía con sus sueños aquel escenario vibrante.
Mientras tanto, la movida de la noche, trataba de sobrevivir entre una
diversión sana y el quebranto de la libertad.
En alerta impuesta, ante tanta exhibición entrópica y
como mero espectador, trato de sobrevivir ante el tremendo traqueteo de una
cabeza, -lectora para más señas-, que
recompone cada una de mis partes en un todo para ser lo que soy, muchos ceros y
muchos unos. Completado el rompecabezas, -ya fragmentado-, me siento capaz para
analizar todo lo que está pasando.
Pero, ¿Quién soy? ¿Qué aspecto tengo? ¿Qué hago? Bueno.
No es fácil responder, pero sí puedo decir, que no me pueden tocar. Verme
resulta difícil, y lo que sí se pueden apreciar son los efectos. Generalmente
perversos, pero en mi caso, muy positivos.
Las luces se encienden, se oyen pasos, cada uno a su
puesto. Empieza la jornada, se conectan los ordenadores, continua mi odisea. Yo
también los utilizo, mejor dicho, los multiutilizo, sí, puedo estar en varios
al mismo tiempo, y en algunos, día y noche.
Es hora de presentarme, soy Viruspy+, mi especialidad;
descifrar información, leer archivos y ejecutar algunos programas. Mis
intenciones son buenas, espío pero no perjudico a nadie. De vez en cuando tomo
pastillas, me mareo cuando desfragmentan los discos en los que trabajo y cuando
incordian los gusanos. Y me siento
muy mal cuando los inteligentes emocionales, siembran de cepos nuestro terreno
e intentan meternos en baúles. Mi entrenamiento en slalom, me ha librado de
muchos problemas, y me ha dado la
oportunidad de desarrollar un trabajo similar al de ellos, pero en este caso,
contra ellos, mejor dicho contra su comportamiento.
Me rediseño, elijo a uno de mis “1”, le nombro batuta,
empieza el concierto. Entro en los archivos. Abro el primero; “…cohecho y falsedad en relación con las
supuestas comisiones ilegales obtenidas por la adjudicación del proyecto…“, suenan las tubas, los contrabajos se acoplan con los
latidos de los presuntamente implicados. Mientras tanto, sin demora, lo archivo
en una carpeta aparte.
Abro otro; “…escuchas ilegales practicadas por los servicios secretos…“. El trombón tose,
carraspea. El violín es más decidido ¿Y a nosotros también? ¡Pues, que paguen
su entrada! Estoy de acuerdo. De momento, a la carpeta, los junto con los
comisionistas.
En esta carpeta, -que nominé MC, por lo de, esto es… “Mi Cortijo”-, escucho cuchicheos. Esto
se empieza a animar. El ratón del ordenador empieza a fallar, se vuelve loco, y no me extraña, con la chicha y limoná que está entrando en la
carpeta. Los troyanos empiezan a
excitarse.
Voy a por el siguiente; “El vuelo de las togas de los fiscales no
eludirá el contacto con el polvo del camino". No te preocupes archivito. Lo que es polvo, polvo, no te
va a faltar. ¡Conoce a tus compañeros! Se están sacudiendo el suyo, y
posiblemente, también te caiga algún billetito. Entra y cierra la puerta.
Empieza la audición. Los rubores, también.
Por el entorno, mucho ruido. El tráfico ruje, las sirenas
suenan como en la noche. En la oficina, mucho movimiento, sonidos rítmicos;
impresoras, escáner, teclados, móviles, pasos…Y, más cerca, agobio total. Al
usuario del ordenador adyacente, no le debe funcionar bien su sistema
digestivo/intestinal, y está perfumando con una esencia tal, que va a acabar conmigo, con los gusanitos y los de troya, sin necesidad de utilizar un anti-nosotros.
Repuesto de la pirotécnia digestiva, abro el cuarto
archivo:”Políticos
con currículos inflados. Otros, empiezan a estudiar cuando son ministros o
están en el gobierno”. Fascinante. Se lo
van a pasar en grande cuando juntitos, analicen sus méritos. Al fin y al cabo,
si a los comisionistas no les ha ido bien la cosa, les queda un consuelo. Sus
hijos no tendrán que estudiar…, y pueden llegar a ministros. Esta es la mejor
inversión, sin inversión.
¡Pasen… al fondo hay sitio! ¡Otra de políticos al archivo
cinco! ¡Oído! Señores qué desean: ¡La misma comisión que los Diputados de su
grupo! ”Políticos
desde el Parlamento, se acusan de cobrar comisiones, y con la televisión en
directo”. Claro, así pasa lo que pasa y
se cae lo que se cae. Aquí… ¿quién gana? Está claro; ellos y los que cosen los
forros de sus bolsillos. Cuando entren en MC, enseñarán a los primeros comisionistas, cómo hacer también comisionistas a sus hijos, -que
sin letras-, podrán llegar a
políticos o ministros, pero, ferozmente entrenados en la técnica de... ¡a la
buchaca!
Poco a poco, en esta carpeta, -bueno, en el cortijo-, se está construyendo una escuela de economía e inversiones con
ramificaciones generacionales. La tela de araña está en marcha.
La orquesta sale de dar un concierto, -cobrado por
reivindicación-, a los integrantes de esa colonia tan productiva. Recojo la
batuta y antes de guardarla señalo el próximo archivo. Inauguro la media docena
y miren qué sorpresa:”Un niño recién nacido recibe una indemnización millonaria
por sus cuarenta años cotizados a la Seguridad Social”. No crean, no es magia es pura “grasia”. Einstein escribiría una tesis que titularía; “Los Agujeros Negros y los EREs”. Este
archivo creará incertidumbre entre los componentes de la carpeta. Es más
rentable que lo suyo. Pero hay que comprender un poco la Teoría de la
Relatividad, y eso es… demasiao.
Mientras se reponen, abro el siguiente; ”Desaparecen los
restos de los trenes dos días después de la terrible masacre”. Es pura magia de toga y por eso muy perversa. Sin
compinches voluntarios, qué más quisiera David Chesterfield, a él le vuelven a
aparecer. Pero qué efectividad. Noventa toneladas. Serán los polvos. ¡Pues
claro! Los del camino. Miro de reojo y veo un inquilino de MC asomado, cuando
detecta que les envío este archivo, corre hacia dentro y grita; ¡A mí no! ¡A mí
no!...que me dejen como estoy…
...leer la 2ªParte.