…En el Judicial,
existe un solapamiento partidista que se traduce en corrupciones,
indefensiones, pérdidas de libertad y deterioro democrático.
Pues tenías
razón. De todas formas, utiliza lo de “presunto” es lo más legal de todo lo
que hemos visto. Por supuesto, Troy. El panorama, como ves, es bastante
negro y muy preocupante. Podemos hacer
desaparecer toda esta información; borramos los archivos, formateamos… Desde
el punto de vista informático, esa sería la solución, pero el problema
continuaría. Las noticias fluyen y los archivos vuelven a tener contenidos. Y
en poco tiempo, estaríamos en la misma situación.
Troy, ¿puedes aportar alguna idea? Creo que sí. Tengo el
resultado de un Brainstorming, realizado en una empresa con problemas de
corrupción generalizada en una de sus filiales. ¿Qué solución adoptaron? Similar a la nuestra, pero dando vacaciones
a cuerpos y espíritus. ¿Cómo? Pues
muy sencillo, todos despedidos. ¿Todos? Sí,
e incluso, los que nada tuvieron que ver en el asunto. Cortaron por lo sano.
Adoptaron la fórmula: “blancura total”. ¿Desapareció la filial? En absoluto, aprovecharon la coyuntura para
formar un equipo más joven, más preparado y sin ninguna vinculación con las
malas artes.
Docta decisión. ¿Pero cómo conectarlo con lo nuestro? Viruspy+, para una vez que salimos a la
palestra, vamos a lucirnos. En tu
organización, tienes una persona joven, capaz de solucionarlo. Pero, ¿quién
y cómo? Se trata de Juniorspy y lo vamos
a vestir de persona. ¿Qué? ¡Vamos! Llama
al experto en 3D. Quiero que nuestro Junior, adopte la forma de persona. El espía entra en los archivos del
programa y lo abre. Comienza el dibujo. Al fin lo acaba. ¡Sensacional! ¿Y ahora
qué?
Rota el dibujo en
varias posiciones y lo graba en archivos. Simula al escáner 3D. El trabajo ya
está hecho. Se produce un silencio viral. Y de pronto, la máquina de
construcción 3D empieza a parpadear e inicia su sinfonía. Ni el mismo David Copperfield lo hubiera hecho mejor. Se está creando una escultura de Juniorspy
a tamaño natural. Impresionante. Troy, ¿falta algo? Sí, hay que impregnarle humanidad.
Como caído del cielo, Rooty -el asistente robótico de la
oficina-, se acerca por el pasillo y se para junto a la constructora 3D. Llama
a Minerva,-secretaria de dirección que ocupa un puesto de ordenador cercano-, y
le advierte de la presencia de una estatua. Se acerca y queda prendada. Rooty
lo capta, y su empatía digital, hace estremecer sus circuitos. Mira a Minerva,
y con complicidad, le guiña un ojo. Desconecta su equipo robótico. Ella lo
extrae y se lo instala a Juniorspy. Ya puede realizar funciones propiamente
humanas; escribir, programar, planificar,…etc.
Sonríen mientras avanzan hacia la mesa de trabajo. Al
llegar, un correo pide paso. Es de su jefe vírico. Minerva le cede su silla. Lo
abre y un texto le da instrucciones: “Tienes
que redactar un documento aplicando a los humanos, lo mismo que hemos hecho con
los archivos corruptos. Una vez redactado, lo deberás enviar a representantes
de los tres poderes y de los ciudadanos, según un listado de correos que te
facilitaremos. Finalizado tu trabajo regresarás a tu estado inicial. Será
nuestra despedida”.
Se pone a trabajar. Quiere diseñar un mundo mejor, y
desea acabar con aquello que vio y vivió en el disco duro. Selecciona en su
menú, “utilidad legisladora” y empieza a escribir frases, párrafos, normas y
artículos, hasta ir completando los capítulos. Su asistente robótico, le
facilita el trabajo y en poco tiempo lo acaba. Aunque el texto es largo, el
espíritu del mismo se puede concretar en un pequeño resumen:
“Evitar solapamientos, innecesarios y/o peligrosos, entre
los poderes; Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que puedan lesionar los
intereses de los ciudadanos, su libertad y el buen funcionamiento de la Democracia.
Y depurar los comportamientos poco éticos de determinadas personas con
responsabilidades políticas.
Para eso, el camino más efectivo será, ir sustituyendo en
próximas elecciones y de forma escalonada, los políticos en activo por personas
que nunca han tenido responsabilidad política. Hasta llegar a un momento, en el
que todos los políticos sean primerizos y no tengan ninguna relación con los
políticos que están, o han estado, desde que se instauró la democracia y hasta
nuestros días.
Entrarían personas más jóvenes y más preparadas, y su
incorporación estaría avalada por controles de acceso realizadas por un Comité
especial, que evaluaría en los candidatos; su formación, experiencia,
antecedentes, capacidades, ética, moral,…etc. Control que se seguiría
efectuando durante su actividad política.
Con este sistema, las tramas y telarañas corruptas
dejarían de existir. Contactos interesados quedarían desmantelados y lo más
importante, el gobierno de turno estaría formado por personas más jóvenes,
mejor preparadas, más íntegras y con mayor implicación en lo “público y en el
bienestar social”.
Este pensamiento tan racional, sería el espíritu que
impregnaría el contenido de un texto que daría lugar a la: Ley de Político Final”.
A punto de terminar la jornada, suena el teléfono. Lo
atiende Minerva. ¿Tú? ¿Qué estás haciendo? Leyendo una novela, mamá. Cierra
inmediatamente ese libro, y estudia. Ya no puedes pasar con cuatro suspensos.
¡Mamá, mamá,… sales en la novela!
No hay comentarios:
Publicar un comentario